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¿Qué heredan tus hijos de ti?

¿qué heredan tus hijos de ti

Como padres totalmente orgullosos, esperamos ver reflejados en nuestros hijos la mayor cantidad posible de nuestros rasgos, tanto físicos como de personalidad. La genética, por supuesto se encarga de repartir minuciosamente tales características, aunque el ambiente del niño también influye de manera considerable. ¿Cuáles son los verdaderos rasgos que se heredan? Descúbrelos.

Rasgos y genes

El campo de la genética no ha parado de investigar y brindar información relacionada con la herencia y sus implicaciones. Hoy en día, no es ninguna novedad el saber que un niño hereda la mitad del ADN de cada uno de sus padres y aún así es posible que éste sea genéticamente diferente a sus progenitores, abuelos o hermanos.

Por otra parte, también es sabido que algunos rasgos heredados se transmiten sólo a través de la madre o el padre, y otros más se heredarán dependiendo de qué tan fuertes sean en ambos padres, tal como los genes dominantes o por el contrario, los recesivos que simplemente no aparecen.

Para ilustrar mejor este hecho, un estudio en Reino Unido, llevado a cabo por el profesor Andrew Hattersley, se encargó de analizar a más de 1000 familias, llegando a la conclusión de que los niños suelen heredar el peso de las madres y la altura de los padres. Sin embargo, no existe el gen de la altura o el sobrepeso, pero sí aquellos que influyen en las hormonas del crecimiento y la saciedad, por lo que estos rasgos pueden variar por circunstancias como la alimentación, hábitos y actividad física.

¿Y qué hay del color de los ojos y el cabello?

¿qué heredan tus hijos de ti

José Ignacio Lao, director del centro Genomic Genetics en Barcelona, explica que por lo menos 8 genes intervienen para determinar la tonalidad del iris, siendo el color marrón dominante por encima del azul y el verde. Mientras que el verde lo es sobre el azul.

Así que siempre que haya un padre con los ojos marrones, el bebé tendrá más posibilidades de heredar este color, que uno claro. No importa si el color viene de la madre o del padre. Eso sí, al hablar de este tipo de genes, también hay que tener en cuenta el color de ojos de los abuelos.

En cuanto al cabello, son 12 genes los que intervienen, con 45 variaciones genéticas que controlan la forma y el color.

El cabello oscuro, es por supuesto un gen dominante, mientras que el claro es recesivo. Es decir, si el papá tiene el pelo oscuro y no tiene antepasados de cabello claro, y aparte, la mamá tiene el cabello rubio, lo más probable es que el bebé tenga cabello oscuro y viceversa.

¿La personalidad se hereda?

¿qué heredan tus hijos de ti?

No precisamente. Aunque la genética es la que predispone la personalidad, además de la capacidad intelectual, la habilidad deportiva o ciertas preferencias; el entorno y la crianza son los que lo determinan en concreto.

Por ejemplo, si tu hijo o hija tiene tendencia a la depresión o a desarrollar un carácter muy fuerte; y además crece en un hogar repleto de tensiones, tratos violentos o situaciones tristes, lo más probable es que tenga una personalidad en la que predominen estos rasgos negativos.

Lo mismo sucede con la capacidad intelectual: un niño con un coeficiente alto que viva en un medio no estimulado no podrá desarrollar en un 100% su potencial, a diferencia de un niño con una capacidad intelectual menor pero que tenga mayor interacción y estimulación de este tipo.

La genética y las enfermedades

¿qué heredan tus hijos de ti?

Por último, la herencia de un gen mutado se encuentra detrás de algunas patologías, aunque no siempre se heredan. Por ejemplo el cromosoma 19 es causante de que las arterias se obstruyan, influyendo en el colesterol; mientras que hay un 10% de probabilidad de que se herede la hipertensión.

De igual forma, si ambos padres sufren de miopía, hay un 50% de probabilidades de que el bebé lo desarrolle también. Lo mismo sucede con el asma y la migraña, aunque ésta última se ve influida de nuevo por el entorno.

Gracias a esta información de predisposición genética, se pueden tomar algunos hábitos preventivos.

Fuentes:

La Nación

Guía Infantil

Crecer Feliz


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