Los niños no deben ir a la escuela sin desayunar

El peor error que pueden cometer los papás, es mandar a sus hijos a la escuela con el estómago vacío.

Hay algunos padres de familia que envían al colegio en ayunas a sus hijos o que prefieren darles dinero para que en el recreo se compren cualquier cosa. ¡Grave error!

Ambos escenarios son malos, sobre todo si consideramos que más allá de que pasen hambre, el no desayunar puede traerles como consecuencia un déficit en el desarrollo mental, lo cual se verá reflejado en su boleta de calificaciones y en su autoestima, ya que posiblemente será calificado como "el burro" de la clase.

Los especialistas en nutrición afirman que es un grave error que el niño salga de casa sin consumir ningún alimento, no sólo a corto sino también a mediano y largo plazo. El desayuno aporta el 25 por ciento de las calorías diarias y es el generador de energía para cumplir con las actividades del día.

"La jornada se inicia muy temprano, y eso impide que los niños reciban adecuadamente el desayuno. Tienen que ser núcleos familiares muy juiciosos para que tengan tiempo destinado para la alimentación del niño y le enseñen la importancia del hábito", señala la nutrióloga Clara Rojas.

Para Jaime Céspedes, director del Hospital pediátrico de la Fundación Cardioinfantil, es una consulta relativamente frecuente; las razones: "Papá y mamá trabajan; los horarios que tienen los colegios empiezan muy temprano; existen hábitos de sueño inapropiados y, eventualmente, porque no se acostumbra a desayunar en familia, que es lo ideal".

La nutrióloga Gloria Araujo hizo hincapié en la importancia que tiene el que las mamás hagan un esfuerzo mayor y se levanten 15 minutos antes para ofrecer un menú atractivo, tanto en el desayuno como en el lunch.

"Se ha visto en estudios que los niños que desayunan antes de ir a la escuela tienen mejor retención y aprendizaje, y que el nivel de hierro en sangre es mejor, así que les ayuda a prevenir anemias y tienen una mejor captación de las cosas que le enseñan en la escuela", explica Araujo.

Aunque suene trillado, el desayuno balanceado ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre, pues de postergar el ayuno, en la primera opotunidad que tenga, el niño buscará alimentarse con productos ricos en azúcares y grasa, lo cual no le brinda los nutrientes necesarios y además le provocará sobrepeso.

El cerebro es un órgano que para funcionar necesita glucosa, no puede funcionar sin ella, por eso es tan importante el desayuno; si no desayunan, después tienen mucha hambre y comen más de lo que tiene que comer.

Efectos negativos

Como lo dice el nombre, el desayuno rompe el ayuno de la noche. "Hay órganos que viven de la energía rápida que suministra la alimentación. Tenemos una reserva de calorías en el hígado que nos provee de energía para las necesidades diarias, pero eso se va agotando con el tiempo. Si hay ayuno, no hay la energía adecuada para el buen funcionamiento del organismo", dice Rojas.

Si los niños no reciben calorías de forma periódica, "pueden tener una disminución en el azúcar de la sangre, y, al ocurrir esto, pueden tener sueño, dolor de cabeza, sentirse con poca energía y disposición, y generar problemas para fijar la atención. En casos especiales, hay niños que, por su predisposición, además del ayuno largo, podrían generar otro tipo de molestias gastrointestinales, a largo plazo", explica la pediatra Clemencia Mayorga, vicepresidenta de la Sociedad Colombiana de Pediatría, regional Bogotá.

En este sentido, el ayuno puede causar problemas de aprendizaje, debilidad, baja en el rendimiento y deserción escolar.

Adiós a las excusas

En ocasiones, los padres no les brindan desayuno a sus hijos porque dicen que la institución lo hace, porque pueden marearse en la ruta, porque les envían una lonchera abundante para su primer descanso o porque es muy temprano para comer.

En el primer caso, el médico señala que, aunque el tiempo para desayunar, después de levantarse, es relativo y depende de las rutinas familiares, lo ideal es hacerlo siempre en la mañana, en familia, y dedicarle alrededor de 15 a 25 minutos. "Esto compite con los horarios de levantarse y bañarse, pero no hay nada más nutritivo para el cerebro que la familia se reúna y arranque el día de una manera positiva".

En cuanto al mareo, se puede generar porque el niño no está acostumbrado a comer, pero se puede intentar con una comida apetitosa, saludable y rápida, pero nutritiva. La nutrióloga Clara Rojas dice que a veces son trucos de los niños, que se justifican para no recibir alimento, pero que vale la pena acudir al especialista para identificar si hay o no un verdadero problemas. Y buscar alimentos más suaves, para la mañana, como queso o fruta.

Un desayuno completo para los niños debe tener una ración de lácteos, una de fruta, una de cereales y una de proteínas, lo cual se traduce en un vaso de lecho o una taza de yogurth, una fruta, de preferencia diferente cada día, una rebanada de pan o una taza de cereal de caja, y una ración de proteínas como el huevo, el queso o el jamón.

Para muchos niños es difícil ingerir todos estos alimentos al mismo tiempo, por lo que la nutrióloga recomienda enviar como lunch aquellos que no haya ingerido en el desayuno.

"También hay mamás que les mandan demasiado como lunch, si quieren mandar una torta está bien, pero tendría que ser media torta o una en un bolillo mini, ya que los estómagos de los niños son pequeños y el hecho de estar sobre alimentándolos provoca que su estómago se haga más grande y tiendan a comer más, lo cual puede provocar sobrepeso".

Tomando en cuenta toda esta información, ahora tendrás que pensarla más de una vez para mandar a tu hijo "en blanco" a la escuela, porque más allá de que pudieran aumentar de peso debido a que su cuerpo realiza una reserva de alimentos para soportar las horas en ayuno, puede traerle problemas de memoria.

Lo que se debe evitar...

Alimentos procesados, cereales azucarados, los embutidos, las grasas y las comidas rápidas.

La nutrióloga Clara Rojas dice que muchas veces los padres reemplazan las comidas por alimentos altamente calóricos y pocos nutritivos, como "brownies", donas, empanadas, "‘pizza", gaseosas, jugos artificiales, que generan sobrepeso u obesidad a largo plazo.

Fuentes:

Agencia Reforma.

ABC del bebe.

Autor:Belen Garcia.